Nilda, mujer indígena del pueblo Charrúa nos presenta a Artemisa, un espacio que se brinda a la comunidad para recuperar saberes ancestrales a través de la expresión del arte.

Las identidades culturales indígenas continúan y retoman las prácticas ancestrales.

No estamos todas. En un barrio periférico del centro de Furilofche, la lamngen Jessica Bonnefoi Antimil, mujer Mapuche, está viviendo una injusta encarcelación domiciliaria por defender el territorio y su cosmovisión.

Cuidar a nuestros mayores es una forma de vida, es cómo entendemos los pueblos originarios la circularidad vital y el acompañamiento de una etapa de la vida de quiénes nos guiaron en otra.

Mujeres enseñantes creadoras de lo furtivo y eterno,
traían en su mirada el destello de la luna
y sus manos sabían tejer
y hacer de los escombros mundos nuevos,
nuevas canciones sus bocas entonan
y hacer renacer la vida, toda.

Nos provoca tristeza que solo quede un 5% de monte nativo en Entre Ríos, provocado por este sistema Terricida. A pesar de ello, celebramos recuperar este saber que alimenta nuestro cuerpo y nuestra identidad.

Este 8M fecha marcada en el calendario Winka como símbolo de lucha y empoderamiento de las mujeres, nosotres Mujeres y Diversidades indígenas nos preguntamos si nos representa. Nuestra realidad está bastante alejada de esta consigna, para quienes habitamos los territorios, despojades de justicia y derechos. Somos criminalizades y judicializades por defender y reivindicar los territorios ancestrales que nos arrebataron.

Caminar Mujeres y Diversidades Indígenas juntes es interpelar y derribar los prejuicios de un sistema patriarcal y colonial. ¿Por qué recuperar la diversidad de los cuerpos-territorios para el Buen Vivir?

Somos cuerpas territorio que nos posicionamos desde nuestras culturas, vivencias y múltiples identidades que nos atraviesan cómo seres racializades.