El cuidado a nuestros ancianos es el dejar de lado lo de uno, lo propio y poner en su lugar el cuidado de otros, es dejar lo personal por lo familiar y hasta lo comunitario.
Cuando nos enseñan que el cuidado respetuoso hacia los niños nos corresponde a todos, igual debe ser el cuidado hacia los ancianos, aunque eso hoy ya no parezca un principio tan practicado y respetado.
Charlamos con nuestro anciano Charrúa, Don Roque Frontera de 82 años, quien pasó toda su vida en Villa Clara departamento de Villaguay, tiene 10 hijos y nos cuenta cómo es esto del cuidado hacia los mayores para el pueblo Charrúa:
«En la casa antes siempre había tiempo para ayudar a una persona que necesitara algo, sí estaba enferma cualquiera tenía tiempo para cuidarlo, para hacerle algún remedio casero y todo eso. Ahora no hay tiempo para eso, si hay una persona enferma directamente se lo lleva al hospital, se lo lleva al médico y ya no nos basamos mucho en remedios caseros.
Tampoco sabemos el porque, viste que la mayoría de las personas ancianas no transmiten esa información, solo lo saben ellos, lo guardaron, se lo llevaron y es muy poco lo que transmitieron. Una persona anciana ahora al no tener tiempo para cuidarlo, la mayoría lo llevan a un asilo, y ese es el cuidado que se le da ahora».
Además Don Roque nos explica cómo se elegía el hijo que iba a realizar el cuidado, aunque en el caso de él, quién lo cuida es su hija. Podemos ver cómo se han ido transformando algunas cosas con respecto a este tema.
«El último hijo se lo tenía con un propósito, existía un «para que», se lo planeaba para que ocupe el rol de hacerse cargo de los padres. Pero si ese hijo tiene estudio siempre se va de la casa, como han hecho la mayoría y el que no tenía estudio, no tenía nada siempre se quedaba al lado de los padres y después cuando el padre falleciera tenía que hacerse cargo de todo, en mi caso no fue así.»
En la actualidad vemos multiplicidad de enfermedades que se potencian y surgen nuevas, pero los indígenas entendemos la enfermedad como un síntoma del cuerpo que surge por la afección del espíritu, de lo no tangible y muchas de esas manifestaciones son por culpa del sistema que nos exprime y aniquila constantemente.
Don Roque nos dice, «antes no era habitual cuidarse, se comía lo que teníamos al alcance y no había problemas con eso, no había gente enferma, solo se morían y no sabíamos el porqué. Siempre se mantenían activos mediante el trabajo, que es contrario a la actualidad.
Hoy existen otros cuidados, porque se sabe lo que una persona tiene, hay más estudios y se hacen análisis.»
También pudimos conversar con Siomara, hija de Don Roque quien actualmente lo cuida, ella estudió y trabaja pero es quien asumió la tarea de cuidar a sus padres. En este caso, no se cumplió con la regla del hijo varón y nos dice que sabe que el relato de su padre está atravesado por el patriarcado.
En esta nota queremos hablar también de Emilia Romero, otra anciana charrúa que vivió hasta los 105 años. Ella tuvo muchos hijos, nietos y nietas. Su cuidado estuvo a cargo de las nietas mayores y de su hijo varón, pero no era el menor, él fue quien acompañó a su madre hasta que partió.
Estas son algunas experiencias relacionadas a nuestro pueblo, algunas no son como se espera como en el caso de Roque que ha vivido gran parte de su vida en el sistema colonial que nos impusieron. Hoy debe aceptar que no hay un hijo menor que lo cuide y tampoco sexo débil, lo que si existe es el interés por el cuidado a nuestros mayores y la atención que se merecen. Tratamos de compartir e impulsar el importante valor del cuidado y la amorosidad, ya que no nos gustaría que cuando seamos ancianos nos depositen en un asilo, que nos alejen de nuestros hogares y de nuestras familias.
En algunos lugares les dicen «Hogar de Ancianos/as» pero sabemos que no podemos llamar hogar a un lugar donde se reciben maltratos y muchos de ellos son un hacinamiento.
Creemos en el buen vivir y que todas las personas deben cuidarse desde que nacen hasta que parten de la Tierra y eso es una responsabilidad comunitaria que nos incumbe a todos.