La sequía en Uruguay se siente.
Productores y guardianes ya no logran sostener cultivos básicos, los animales mueren por falta de agua y la respuesta que recibe el pueblo son restricciones como cortes de agua y fecha límite de emisión de agua potable.
Pero sin duda lo que más aflige y duele es el total despotismo con el que el Estado trata los causes de los ríos del territorio, los cuales son el suministro de agua. Esto es pura negligencia de los que mandan sin un sentido más que el de ser servil a empresas sojeras, UPM y otras que devastan y contaminan sin culpa ni conciencia.
La desvalorización de un elemento vital para la vida como la hué (agua) que se mercantilizó a tal extremo, haciendo dudar si la falta de lluvia es la causante de la sequía, teniendo en cuenta que pesa sobre tode el territorio la LEY DE RIEGO que nos condena.
Hoy el desmonte, es una herramienta utilizada para construir una carretera que nos está dejando sin humedales y áreas protegidas, hoy acecha un deseperante grito por vivir.
Estamos cansades de apagar los incendios que son provocados para asegurar el negocio de empresas forestales, cansades de pedir explicaciones que nunca llegan, hartas de que nos mientan y digan que este modelo de progreso da trabajo y bienestar.
Nuestra Hué es sagrada porque toda la vida depende de ella, es imposible pensar en una vida sin agua. Exigimos que paren ya, con este saqueo.
Queremos que el presente de nuestras semillas y brotes sea realidad, no queremos que solo sea una promesa de un futuro asesinado cada día para satisfacer al depredador.
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