15 de febrero, Ledesma, Jujuy. Estamos viviendo tiempos festivos y de carnaval en Qollasuyu, Norte de Argentina. Sin embargo, las hermanas y hermanos Kolla del pueblo de Caspalá viven los momentos más terribles que recuerden en el apacible pueblo de altura.
Durante estos días de recorrida pudimos conversar con Lucia Apaza, cacique de Caspalá, nos cuenta que hace dos días vienen recorriendo los valles, bajando pueblo por pueblo hasta llegar a la gobernación de Jujuy para exigir el fin del estado de sitio, y el cese del saqueo del antigal (lugar con presencia de restos arqueológicos milenarios) Hasta hoy, el comisionado del pueblo Natividad Apaza mantiene más de 40 policías y de la división de infantería recorriendo las calles día y noche. Lucia afirma que “La gente está enferma, nos están dañando psicológicamente, nuestra gente no quiere salir a la calle por miedo, la policía en lugar de estar haciendo su trabajo y cuidar de robos y violaciones, nos tienen rodeados y custodiados”.
Recordemos que el conflicto se da a partir de la construcción de una escuela secundaria, por parte del comisionado, en donde descansan sus antepasados y además es la memoria del pueblo, sin haber consultado previamente a las personas.
Las Hermanas Kolla fueron las primeras en oponerse parándose frente a las maquinarias que querían despojarlos de su territorio. “Permitirles este saqueo y no consultar, es permitirles que luego construyan donde quieran sus hoteles de lujo y restaurantes para su beneficio. No nos oponemos a la escuela, ya que cuenta con otro terreno destinado para su construcción» cuenta Eulalia Tito, comunera de Caspalá.
El poblado de 300 personas al parecer tuvo un infortunio de ser nombrado uno de los 10 pueblos más bonitos del mundo, según la Organización Mundial de Turísmo. Bastó con esta publicación para que los intereses y garra de un Gobierno/Estado capitalista llegué al lugar a querer apropiarse de tierras ancestrales.
Hace 3 meses están viviendo la violencia racial, de género y policial del gobierno de Gerardo Morales que desconoce el territorio indígena, miente en los medios y decide el camino de la represión, el genocidio colonial y el saqueo contra los indígenas.
Pablo Cruz, comunero de Caspalá, comenta: «está todo arreglado, el Juez de paz del pueblo, Pablo Apaza es hermano del comisionado Natividad Apaza. Es, además jefe de personal del municipio y está a cargo de la construcción de la escuela sobre la cancha comunitaria. Nadie del ministerio de DDRR y PPOO, ni de Obras públicas, nos está escuchando. Aquí se está pasando a llevar el derecho a la libre determinación del pueblo y a una consulta libre, previa e informada, que bajo el convenio 169 de la OIT corresponde realizar antes de construir sobre territorio indígena. Durante las excavaciones ilegales que vienen haciendo, se han encontrado restos de nuestros ancestros, están profanando nuestra memoria y eso no lo vamos a permitir. Es por eso que hoy estamos aquí y seguiremos luchando»
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