En el 3er Parlamento del Movimiento de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir, realizado del 22 al 25 de mayo del 2022 en Chicoana, Salta, territorio del Kollasuyu; hermanas de varios pueblos-naciones plantearon la necesidad de modificar el nombre del Movimiento de Mujeres Indígenas por el buen vivir, para incluir a las diversidades sexuales indígenas. Este posicionamiento es político, ya que reconoce las luchas de diversidades lgbtiqnb+ indígenas y revaloriza la autodeterminación de los cuerpos, territorios y pueblos de donde venimos. De manera unánime y en cálido abrazo somos recibides travesti, trans, varones trans, no binaries, gay, lesbianas en un Movimiento de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir para caminar juntas la esencia originaria que nos constituye como seres hermanes de esta Tierra.
El colonialismo impuso un sistema binario que redujo la existencia humana a ser varón o mujer basado en una biología determinante y fija. Quienes salimos de las reducciones, sabemos que las Iglesias se encargaron de ejecutar nuestro exilio de la historia del mundo occidental. Despojándonos de los roles políticos, sociales y espirituales que como personas trans ocupábamos de forma pública en las comunidades. Sobrevivientes a un doble genocidio (por trans y por indígenas) en la actualidad colonial, seguimos siendo perseguides y violentadas de forma estructural.
La sexualidad y el género fueron colonizadas también. Ambas en sí mismas son variadas y complejas. Fluyen en nuestros espíritus a lo largo de toda la vida. La diversidad sexual por lo tanto, somos todos los seres que habitamos este plano y este tiempo presente pasado y futuro. En tanto la heterosexualidad como única forma de vivir, es un monocultivo de personas que no permite crecer bosques, selvas o montes.
En ese sentido, las personas trans indígenas no sólo somos posibilidades de ser, sino que somos comunidades necesarias e inherentes al Buen Vivir.
Emprendemos un camino juntas y juntes, tejiendo hilos de vínculos de lucha ancestral, de resistencia indígena, antipatriarcal, apartidario, anticapitalista, anticolonial que lucha contra el racismo estructural y contra el Terricidio.
El desafío de pluralizarnos es para derribar los cercos de territorios usurpados, es hacer desbordar la idea de mujer y hombre como una categoría blanca y biologicista.
Espiritualidades duales, mujeres y hombres trans, travestís, y no binaries somos parte de las fuerzas que sostienen en equilibrio al mundo.
Caminamos hacia los procesos de recuperación de territorios, maritorios, como así también la recuperación de nuestra memoria ancestral, la cual nos permitirá autodeterminar nuestras experiencias de vida y a habitar todos aquellos derechos fundamentales necesarios para concretar el Buen vivir
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