Desde los tiempos de la colonia, hasta el día de hoy, la historia se repite como hace más de 500 años. Los pueblos del Tawantisuyu continúan siendo sometidos, arrebatados, perseguidos y masacrados por los hombres blancos que bajaron de los barcos, hoy disfrazados de megaempresas explotadoras que asesinan a la tierra, a los animales y a nuestres hermanes. En todos los gobiernos republicanos que defienden el «orden democrático», está la derecha fascista fiel representante de los colonizadores de aquella época, siguiendo las siniestras intenciones de marcar las órdenes en un territorio plurinacional que por primera vez en la historia ha logrado tener un presidente indígena, educador, sindicalista y campesino. Se trata de Pedro Castillo, quien el 7 de diciembre fue encarcelado por las fuerzas armadas y la policía nacional del Perú, dando inicio a un golpe de Estado, que ya cuenta con más de 50 caídos en lucha.
Esta declaración de guerra a los pueblos, es la imposición de un sistema, donde los únicos enriquecidos son los grupos empresariales, extractivistas, y terricidas del imperio norteamericano y de China.
En @VocesdelosTerritorios, a través de Radio Caput nuestra hermana Irma Caupan ha entrevistado a Elida Izaguirre Lucano que nos comparte información de Perú, «En estos días, [Castillo] se iba a firmar un acuerdo con China, donde se iba a construir en nuestro país, un tren que una a Tacna con Tumbes y que vaya a Brasil y Argentina, esto es un espacio geopolítico importante. [Este acuerdo con China] prácticamente desplazaría a EEUU (…) Aparte de ello, había muchísimos contratos con empresas gasíferas, mineras, petroleras y la misma telefonía que este año tenían que ser renovados, justamente se estaba hablando de las renegociaciones del contrato». Estos datos dan cuenta que el crimen de Estado es para la protección a los grupos económicos que buscan imponerse a fuerza de violencia. «El imperio norteamericano, las fuerzas armadas, castas evangélicas, los grupos de derecha y ultraderecha del Congreso, la defensoría, el Ministerio público: todos los poderes del estamento se han unido para sacar al presidente.» nos dice Elida.
Nuestra hermana Marcia se encontraba desde los primeros días de diciembre, cuando comenzó el golpe de Estado, en su territorio ancestral, oyendo las voces de los ayllus (comunidades) del Qontisuyu (sur del Perú) al respecto, alarmaba la situación: » Cuando llegué a la frontera [impuesta] de Bolivia – Perú «El Desaguadero» ya dijeron que se estaba caminando a pie (…) Si o si tengo que llegar a mi pueblo, me dije y me puse a caminar: Todo es un caos, se aprovechan del pánico. Aumentan las tarifas de las combis, hay pedradas de la gente hacia las combis, pinchan las llantas de los autos (…) Ahora todo está muy fuerte: Hay muchas comunidades que se están movilizando algunes que apoyan, otres que no. (…) La derecha está dominando; compraron los medios de comunicación, también hay medios de comunicación que están a favor del pueblo y así es como una se entera (…) Mi pueblo se está movilizando, espero que el pueblo no se rinda, mejor dicho, no nos rendiremos»
Actualmente, el pueblo peruano está llegando a la ciudad de Lima para realizar un paro nacional, el día jueves 19 de enero. Hay bloqueo en las vías nacionales bajo las exigencias que sostienen desde que comenzaron las movilizaciones: Denuncia inmediata del gobierno de facto de Dina Boluarte, nuevas elecciones y disolución del Congreso Nacional.
Como mujer indígena que camina hacia el Buen Vivir hago eco de las voces de nuestres hermanes y denuncio los crímenes de Estado acontecidos en el territorio del Tawantisuyu, en Perú. Su plan es genocida, terricida y racista. Sabemos que vienen por los territorios, por las fuerzas que allí habitan y por nosotres los pueblos indígenas, porque saben que somos les guardianes de la Vida, que resisten ante la imposición de su vil concepción cartesiana. Saben que dentro nuestro habita el saber de la tierra, que nos dicta y empuja a despertar. Muches ya estamos escuchando a nuestra Pachamama, a nuestras abuelas, a las fuerzas cósmicas y seguiremos resistiendo como hace más de 500 años, con amor y lucha, porque venceremos.
¡Jaylli! ¡Jallalla! ¡Mariciweu!
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